Cofradia Jesus atado a la columna
barbastro
 
 


AÑO 2002

Queridos hermanos de la Cofradía de Jesús Atado a la Columna:

Llego, un año más, la Semana Santa y, con ella, la manifestación de nuestra religiosidad y devoción a la Pasión del Señor. Nuestra Cofradía ha puesto a punto su banda de tambores y sus hábitos de cofrades. Todos queremos comprobar que nuestra Cofradía esta a la altura que nos exige el misterio que estos días escenificamos por nuestras calles.

Soy consciente del esfuerzo que la banda está haciendo para que el ritmo de las marchas sea acorde y ayude a la oración durante las procesiones y del empeño de la Junta y cada uno de los cofrades estáis poniendo para que no falte un detalle. Todo esto es bueno pero insuficiente. Tenemos que poner a punto los otros elementos: Las virtudes cristianas que nos ayuden hacer verdad en la vida lo que, con tanta ilusión, manifestamos en estos días en las procesiones.

Durante la Cuaresma, hemos sido invitados a convertirnos más a Dios y a crecer en la identificación con Jesucristo. Esta es una exigencia de nuestra condición de cristianos y de cofrades. Participar con el resto de la comunidad en el culto, estos días; purificar nuestro corazón con el sacramento de la reconciliación y fortalecernos con la comunicón, nos ayudará a dar testimonio de nuestra fe en las procesiones de Jueves y Viernes Santo.

Salir por las calles arropando la imagén de Jesús Atado a la Columna es gritar con nuestra actitud: “Creo en Jesús y comparto su dolor”.. “Mirad como le trataron y se le sigue tratando en tantos que sufren injustamente. To quiero estar a su lado”.

Nuestra actitud religiosa en las procesiones del año pasado fue ejemplar. Podemos felicitarnos. Que esa experiencia nos anime a superarnos un poco más este año.

Os animo a que, entre todos, consigamos que crezca el número y la calidad cristiana de los cofrades hasta hacer, de la Cofradía de Jesús Atado a la Columna, un grupo, tan activo y comprometido con la Parroquia, que todos sintamos como algo muy propio.

Un saludo cordial de vuestro Consiliario y Párroco.

ESCRITOS
D. Joaquin Subias
Consiliario de la Cofradía
Flagelación


AÑO 2003

Queridos hermanos de la Cofradía de Jesús Atado a la Columna:

El calendario y la devoción nos urgen a celebrar los misterios dolorosos de nuestra fe. Cada cofradía intenta poner ante su mirada piadosa e ilusionada el misterio que venera. La banda lleva meses ensayando, con admirable sacrificio, las marchas que marcarán el paso procesional de Jesús Atado a la Columna. La Junta ha programado actos, con los que preparar el espíritu de los cofrades, para vivir con intensidad religiosa la Semana Santa. Sin ese sentido religioso, sin la dimensión de la fe, sin una vivencia comprometida del misterio que procesionamos, la Cofradía sería como una comparsa de carnaval.

Cada uno debemos esforzarnos para que, a pesar de nuestras limitaciones, se manifieste nuestro deseo sincero de vivir de acuerdo con el misterio que acompañamos. A ello nos ayudará responder a la llamada a convertirnos que, cada año, se nos hace en la Cuaresma. Seguir con constancia y humildad dando pasos cada uno y toda la Cofradía por identificarnos con las enseñanzas y modo de vida de Jesús. Un buen propósito para este año sería recuperar, en nuestra vida de cristianos, el Domingo como "Día del Señor" y participar habitualmente en la Eucaristía.

Este año tiene sangrante actualidad aquel dolor innecesario causado al Jesús por la ambición de unos pocos, la cobardía de un juez injusto, la manipulación de un pueblo mal informado y la pasividad de no pocos comodones y desagradecidos. Miles de seres humanos siguen atados por la guerra, el hambre, la enfermedad, la marginación,..a la columna de un sufrimiento evitable. Solidarios con Jesús en su pasión y con todas las victimas de una injusticia, clamamos contra todo sufrimiento innecesario y contra los verdugos que lo producen. Nos compadecemos de las victimas y luchamos por aliviar su dolor con muestro amor, hecho oración y ayuda eficaz. Si hacemos esto, los cofrades de Jesús Atado a la Columna, habremos comprendido y seremos consecuentes con el misterio que llevamos en procesión. Que el Señor nos lo conceda.

Un saludo cordial de vuestro Consiliario y Párroco.

 


AÑO 2004

Queridos hermanos de la Cofradía de Jesús Atado a la Columna:

Cada año, con la llegada de la primavera, la liturgia de la Igleasia nos invita a celebrar la Vida. La vida que viene de Jesús resucitado y victorioso del mal y de la muerte. Durante cuarenta días nos preparamos para participar en los misterios que su muerte y su resurrección. Los responsables de nuestra Cofradía hacemos posible para que todo esté apunto: paso, hábitos , banda, programas... A mi me toca preparar los corazones para que nuestra participación en la Semana Santa sea vivencia de fe y no folclore religioso.

Permitidme, pues,       que os haga participes de dos sentimiento que me produce la contemplación de Jesús en su pasión. Mirando a Jesús clavado en la cruz, mi corazón se encoge ante la crueldad humana y se enternece hasta la emoción agradecida ante el amor paciente y silencioso de Jesús, el siervo de Dios.

Mi corazón de hombre se encoge angustiado porque la Pasión de Jesús, en cada uno de sus misterios, es la muestra de hasta donde puede llegar la crueldad y el ensañamiento de ser humano cegado por sus pasiones. En esa cruz esta clavado Jesús el hombre ideal, según la mente y el corazón de Dios y las aspiraciones de la humanidad. La utopía a la que tienden los deseos más nobles de la humanidad y la esperanza de los pobres de todos los tiempos. Mirar a JESÚS atado a la Columna, rotas sus carne y aplastado por el dolor, es descubrir asustados lo que tú y yo podríamos hacer cegados por una pasión. Sucedió una vez en Jesús de Nazaret y sucede hoy. ¡Cuánto dolor innecesario, inútil y evitable en este mundo nuestro! ¡Cuanta victima de la maldad y la indiferencia de los demás!.En todos ellos sigue hoy la cruel e injusta pasión de Cristo.

Si en la cruz de Jesús descubrimos la capacidad de crueldad del ser humano, también descubrimos la victoria del bien en el hombre lleno de amor. En Jesús descubrimos con gozo y esperanza el amor de Dios misericordioso hecho oferta de perdón. Al ver como en Jesús la bondad de Dios vence a la maldad de los hombres, renace nuestra esperanza y la fe en el ser humano. En Jesús crucificado descubrimos que todo lo bueno es posible para quien esta lleno de amor de Dios y es dócil al Espíritu. Si Jesús es hoy víctima en cada hombre que sufre también es triunfador sobre el mal en cada hombre que reina el amor y hace el bien. Esto nos recuerda que con nuestra vida podemos ser verdugo que crucifica y hace sufrir, o Cristo que libera y hace feliz. Pido a Dios que seamos capaz de ser con nuestra vida sembradores de felicidad.

 


AÑO 2005

Queridos hermanos y hermanas de la Cofradía de Jesús  Atado a la Columna.

Un año más el despertar de la naturaleza que estalla en verdor y flores, promesa y esperanza de nuevos frutos, nos anuncia la victoria de la vida sobre la muerte. Este es el tiempo en que la liturgia, desde la experiencia de pecado, dolor y muerte, nos abre a los cristianos a la esperanza gozosa de la Pascua,  de la vida sobre el dolor y la muerte. Como solo el que ha muerto puede resucitar, somos invitados a enterrar nuestra voluntad en la voluntad del Padre y a morir a nosotros mismos viviendo para los demás, con la firme esperanza de que el Padre nos resucitará con su Hijo.

Cada año en estas fechas cuaresmales, revivimos y escenificamos este misterio de pecado y muerte, de amor y vida que es la pasión de Jesús.

Nuestra Cofradía intenta ser ante la ciudad, testigos de una compasión misericordiosa, rebelde y comprometida. No puede ser de otra manera al contemplar a Aquel, en quien creemos y a quien amamos, victima inocente  y objeto de odio injustificado, de una violencia y un sadismo que degrada y envilece a quien lo ejerce.

Muchos al ver en la película de la Pasión el pasaje de los azotes Jesús, les parece de una crueldad escandalosa. Pero lo cruel, degradante y  es que esto hoy se repite en no pocas ocasiones y con demasiados seres humanos  los que Jesús se identifica.

¡Cuanta violencia!, cuanto dolor innecesario y cuanta miseria evitable fruto de nuestro pecado! Todos los días salen informaciones de situaciones y actos que avergüenzan al ser humano. ¿Qué podemos hacer? Como creyentes, como cofrades, lo nuestro de ver ser aprender de Jesús:

-Responder con amor hecho misericordia y perdón a los que nos afligen con su maldad.

-Actitud rebelde ante el dolor innecesario y evitable que sufren los hermanos.

-Actitud comprometida para  las situaciones y comportamientos injustos que lo producen.

-Volcarnos con amor activo para aliviar y a las víctimas de un sufrimiento que no hemos sabido evitarles.

En estos días de oración y especial sacrificio, pidamos a Jesús Atado a la Columna que nos de un corazón compasivo para compartir su pasión en los que sufren y sembrar en ellos consuelo y esperanza. Pidámosle para nosotros que la contemplación de su pasión nos haga fuertes de Espíritu.

 


AÑO 2006

Queridos hermanos cofrades de Jesús Atado a la Columna.

El calendario nos trae unas fechas: la Cuaresma y la Semana Santa, y nuestra devoción las llena de sentido religioso.

Si, en estas fechas, la tradición nos mueve a repartir una serie de actos, la devoción nos urge a celebrarlos con la frescura, la ilusión y el gozo de quien los hace por primera vez. Haremos las mismas cosas; ensayos con la banda, imposición de medallas, celebraciones y desfiles procesionales.

Pero si queremos que todo esto sea vivo y nos haga crecer en la fe y en la devoción al misterio de Jesús Atado a la Columna, debemos evita las actitudes de los verdugos y hacer nuestros los mismos sentimientos de Cristo al padecerlo.

- Debemos evitar el orgullo obstinado de los poderosos que le impedía reconocer la verdad que Jesús proclamaba y el fanatismo que le llevó a odiar, hasta la muerte, a quien revelaba una imagen de Dios que ellos no aceptaban.

- Debemos evita, en nuestra vida, la actitud egoísta y cobarde de quien antepone su comodidad y bienestar a la verdad y la justicia, como Pilatos.

- Debemos evitar el comportamiento de la masa sin criterio ni personalidad que vocifera lo que unos cuantos le dictan, y pide enloquecida la muerte de aquél a quien unos días antes, aclamaban como su salvador.

Los unos cometieron la mayor injusticia de la historia y el Otro, Jesús nos regaló el acto supremo de amor. Entregó su vida por nosotros.

Para un buen Cofrade, el contemplar este misterio es una llamada a la conversación, a identificarnos con los sentimientos de Jesús y a la idea de Dios que él nos revela. Un Dios Padre, siempre y para todos, Amor que perdona, santifica y salva. Un Dios que, en Jesús, comparte el dolor y la muerte del hombre y, con el hombre, la gloria de su resurrección.

El Jesús, que sufre hoy en tantos hombres víctimas de sus debilidades o de la maldad ajena, espera de nosotros una actitud comprometida y liberadora.

- Proclamar la verdad y la justicia hasta complicarnos la vida por los demás

- Sufrir con paciencia y responder con la bondad la maldad ajena.

- Ser capaces de perdonar y rezar por quien nos crucifica.

Por todo esto, amigos de la Cofradía de Jesús Atado a la Columna, pido al Señor que nos conceda comportarnos con los demás como Él se comporta con nosotros.

 


AÑO 2007

Querido hermanos cofrades de Jesús Atado a la Columna:

Un año más, el calendario nos trae unas fechas consagradas a celebrar acontecimientos de la historia de la salvación: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, el Señor. Nosotros, los cofrades, intentamos acentuar la sintonía de nuestros sentimientos con los misterios de la fe que celebramos. Los responsables de la Cofradía se esfuerzan para que estén a punto todos los elementos y los actos salgan con dignidad y brillantez. Hay que ponderar y agradecer todo el esfuerzo, el tiempo y la ilusión que dedican a ello. Todo esto está muy bien: hábitos dignos, paso esplendoroso, banda afinada en sus toques, disciplinada en su formación y elegante en su atuendo. Todo esto está muy bien, pero no es suficiente. Con todo esto podríamos hacer una muy digan representación teatral de un misterio de la Pasión. Pero una Cofradía no es un grupo de buenos actores. Un cofrade no es un actor que representa, sino un creyente que intenta manifestar lo que cree y siente ante un misterio de su fe. Por eso el elemento fundamental en los actos de la Cofradía son los cofrades. Esas personas creyentes, que, revestidas de un hábito, sienten y viven aquello que creen del misterio que su Cofradía venera. ëste es el aspecto que a mí, como Consiliario me corresponde poner a punto para que esta Cofradía, creciente en número, siga creciendo en vitalidad espiritual.

Os invito a acercarnos a Jesús y contemplarlo en este misterio de dolor, "La flagelación  de Jesús Atado a la Columna", para comprender sus sentimientos, admirar e imitar su comportamiento, paciente al dolor inevitable y misericordioso con quienes se lo causan. Sería bueno que aprovecháramos, en este tiempo de Cuaresma, las oportunidades que se nos ofrecen para:

- poner nuestra mente en sintonía con la verdad de Dios escuchando su palabra en la predicación cuaresmal.

- purificarnos del pecado mediante la Confesión

Comunión Pascual

- Para crecer en nuestra identidad de cristianos y cofrades participando devotamente en las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa.

Deseo y rezo para que, cada año, seamos más Cofradía: "Grupo de creyentes que crecen en su bondad mediante la devoción a Jesús Atado a la Columna".

 


AÑO 2008

Queridos hermanos de la Cofradía de Jesús Atado a la Columna.

Un año más, en la Cuaresma, se nos invita a prepara nuestra mente y nuestro corazón para vivir con fe y esperanza la pasión y muerte de Jesús y celebrar gozosos su resurrección gloriosa en la Pascua.

Nuestra Cofradía va a pasear orgullosa la imagen restaurada de Jesús atado ala columna. En verdad necesitaba que unas manos hábiles, con mimo y paciencia, la liberara de adherencias nocivas y repara los desconchados que el tiempo había producido en la imagen. Pienso que ahora se parece mas a la obra que salio de las manos del escultor. Felicitamos a los responsables de esta mejora.

Quiero brindemos, en esta Cuaresma, la reflexión que me hice ante esa imagen de Jesús restaurada.

Amigos, todos nosotros, como seres humanos, fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. El pecado deterioro en nosotros esa semejanza. Dios Padre la restauro en la persona de su HIJO, Jesucristo, haciéndole su imagen visible. Nosotros, los cristianos, hijos de Dios por el bautismo, estamos llamados a ser hoy, la imagen visible de Jesucristo. En nosotros, los demás deberían poder descubrir la autentica imagen de Cristo. Pero en nosotros hay tantas adherencias en ensucian y tantos desconchados que nos deforman, como imagen de Jesucristo, que necesitamos una seria y urgente restauración.

¿No creéis que quedarían mal desfilar acompañando a una imagen de madera, restaura y de buen ver, con la imagen de Jesús, en nosotros, deteriorada e irreconocible?

La Cuaresma es tiempo adecuado para restaurar en nosotros esa imagen. Se nos invita a escuchar la palabra de Dios que, como luz proyectada sobre nuestras vidas, nos ayuda a descubrir lo que hay que restaurar.

Se nos ofrece el disolvente de la penitencia (confesión) para eliminar la suciedad adherida (pecados) y podemos afianzar, en nosotros la belleza recuperada, mediante la oración, el sacrifico, la limosna y sobre todo, la Misa dominical y la comunión frecuente.

Amigos, Dios, el artista que nos ha creado a su imagen y semejanza, esta dispuesto a su imagen y semejanza, esta dispuesta su restaurar su imagen, en nosotros, una vez mas. Si somos capaces de ponernos en sus manos y dejarnos trabajar por su gracia, este año. Podemos desfilar en la procesión satisfechos con la imagen de JESUS ATADO A LA COLUMNA, doblemente restaurada. Pido a Dios que este sea vuestro deseo y el nos ayude a hacerlo realidad.

Un saludo cordial de vuestro Consiliario y Párroco.

 


AÑO 2009

Queridos hermanos de la Cofradía de Jesús Atado a la Columna.

En marzo, el despertar de la naturaleza nos anuncia la explosión de vida que trae la primavera, incubada en las noches largas, la tierra húmeda y los días fríos del invierno. ¡ Cómo se disfruta de los amaneceres luminosos, los días largos y templados que trae la primavera! Para nuestra fe, la verdadera primavera es la Pascua. Es el renacer, el experimentar que algo nuevo y mejor acontece, también en nosotros. La fe más luminosa, la esperanza más firme y la caridad gozosa pueden ser el fruto del tiempo cuaresmal. Cada año en estas fechas, la liturgia de la Iglesia nos invita a levantar los ojos y poner nuestra mirada esperanzada más allá de la Cruz, en el Cristo Resucitado y Glorioso. Nos anima a vivir nuestra vida como una Cuaresma, en la que intentamos transformarnos, en otros "cristos", caminando hacia la Gloria con nuestra cruz.

Es bonito y motivador que, por fin, lo actos tradicionales de nuestra Semana Santa se terminen celebrando y proclamando la victoria de Jesús sobre la muerte, con la imagen de Jesús Resucitado.

¿Cómo podemos llegar a identificar nuestra vida con el Jesús vencedor del pecado y de la muerte? Haciendo, en esta cuaresma, un ensayo de lo que tiene que ser nuestra vida: un esfuerzo, siempre renovado, puestos los ojos en Jesús vencedor del pecado y de la muerte, para liberarnos de los vicios (malos hábitos) y revestirnos de virtudes (hábitos buenos). Todo Cristiano, y más un Cofrade, tiene que esforzarse por identificarse con Jesús en su forma de pensar, sentir y vivir. Manifestamos nuestra decisión de conseguirlo cuando ponemos los medios.

- La escucha de la predicación, lectura y meditación de la Palabra de Dios nos ayudará a conocerle mejor.

- En una oración más amplia y en la participación más frecuente de los sacramentos de la Penitencia y Eucaristía encontraremos la fuerza para liberarnos del pecado.

- En el ejercicio de la caridad experimentaremos el gozo de saber que el amor de Dios está con nosotros y actúa por nuestro medio.

Todo esto nos ayudará a hace de nuestra vida un camino cuaresmal hacia nuestra "Pascua", y de nuestra procesión, en Semana Santa, una manifestación de lo que pensamos, sentimos e intentamos vivir los que en ella vamos, y los espectadores descubrirán a unos cristianos que, con sus hábitos y pasos, manifiestan devotamente su fe.

Pido al Señor que nos ayude a ser, cada día, más Cofrades de verdad.

Un saludo cordial de vuestro Consiliario y Párroco

 


AÑO 2010

Queridos hermanos de la Cofradía de Jesús Atado a la Columna:


Llegó un año más la Semana Santa y con ella la oportunidad de manifestar nuestra religiosidad y devoción a la pasión del Señor. ¡Ojalá esto sea tan evidente que nadie pueda dudarlo! Me duele, como creyente y me interroga como cofrade, el comentario burlón de alguien que el Miércoles de Ceniza, al pasar la banda, dijo: "Ya empiezan éstos su carnaval".

¿Nuestras procesiones un carnaval? ¡Dios no lo quiera! Para los creyentes y más para los cofrades, sabemos que no lo es. Pero me duele y me inquieta que alguien pueda percibirlo así. El que desfila en un "carnaval" se pone la careta, el disfraz de lo que no es, para ocultar lo que es. El que se pone un hábito para procesionar no lo hace para ocultarse sino para manifestar con otros, y ante todos, sus convicciones y sentimientos religiosos. ¿Qué debemos hacer para que nuestra Cofradía no dé nunca la impresión de una comparsa de carnaval? Seguir en el camino emprendido de adecuar nuestros hábitos de vida a lo que significa y exige nuestra condición de Cofrades de Jesús Atado a la Columna.

- Necesitamos conocer mejor y tratar más a Jesús. No es posible amar y seguir con ilusión a quien no se conoce bien. Para eso tenemos la lectura y escucha de la palabra de Dios y la oración personal y comunitaria. La Parroquia nos ofrece momentos y medios para poder hacerlo.

- Necesitamos experimentar que el amor de Dios está en nosotros y nos capacita para amar a los demás. La entrega generosa de nuestra persona, de nuestro tiempo y de nuestras cosas hará visible nuestra Caridad.

Todo esto puede ayudarnos para que, esta Semana Santa y nuestras procesiones, sean una manifestación clara de nuestra fe y devoción.

Ojalá los espectadores descubran a unos cristianos que, con sus hábitos y pasos, dan testimonio de una fe admirable. ¡Dios lo quiera!

Un saludo cordial de vuestro Consiliario y Párroco.

 


AÑO 2011

Publicado en la Revista de la Junta Coordinadora de Cofradías de Semana Santa

Un año más, el calendario y la devoción nos convocan a los cristianos para celebrar los grandes misterios de nuestra redención.

La Cuaresma moviliza, con más urgencia, a los responsables de las cofradías para tenerlo todo apunto en la Semana Santa. Todos queremos que las celebraciones litúrgicas en las iglesias y las procesiones por las calles, sean una manifestación de fe sincera, religiosidad profunda y gozosa esperanza. Esto será posible si cada uno conseguimos llevar en nuestra mente y en nuestro corazón, los sentimientos que nos produce la contemplación devota del misterio que cada cofradía venera. Siguiendo el consejo de San Ignacio de Loyola, intentemos sentirnos presentes en el momento de la pasión que veneramos .Miremos a las personas, escuchemos sus palabras, dejemos que afloren nuestros sentimientos.

Sentirme con Jesús, abatido y confortado en Getsemaní; traicionado y abandonado por los suyos y a merced de los enemigos en el prendimiento ;desgarrado por una violencia irracional y sádica en la flagelación; sentirse cirineo o cruz pesada de Jesús camino del Calvario ;compartir la compasión valiente de la Verónica ;sintonizar con el corazón dolorido de María ;dejarse conmover por Aquel que ,desde su cruz, derrama sobre los que insultan ,amor hecho perdón y promesas de Paraíso ;acompañar en silencio la soledad de María junto al sepulcro y esperar confiados la prometida resurrección.

Amigos, os invito a meditar, largamente, el misterio que cada cofradía venera y ofrece a la contemplación en las procesiones. Si cada cofrade logramos vivirlo desde la fe y manifestar una profunda devoción, habremos conseguido nuestro objetivo: Proclamar nuestra fe: Jesús muerto y resucitado, es el Señor, nuestro Salvador.

Todos comprenderán, como el centurión al pie de la cruz, que quien vive y muere así, no puede ser sólo un hombre, tiene que ser "Hijo de Dios".

Deseo que la promesa de JESÚS "cuando sea levantado en alto, todo lo atraeré hacia mí", se cumpla en nosotros. Que la contemplación de tanto dolor redimido por el amor, produzca en nosotros frutos de gratitud y gozosa esperanza.

D. Joaquín Subías Rubiella

Consiliario de la Cofradía de Jesús atado a la Columna.